un final, un comienzo

una forma positiva de ver los finales, es mirarlos como comienzos de lo que vendrá. pero también la nostalgia del final tiene su encanto, y tiene su por qué. hoy, en realidad el jueves pero hoy fue concluido del todo, terminé este año rarísimo, intermedio, prolongación de la secundaria y anticipo universitario. al principio me sentí feliz porque llegaron las esperadas y aclamadas vacaciones; ahora puede ser que haya un cierto vacío, que en realidad está lleno de memorias, de momentos y personas felices, pero que en definitiva ya no está. muchas cosas cambian, todo el tiempo cambiamos, nunca somos los mismos, pero hay finales que marcan más que otros y estimo que cuando termine de caer en esta realidad, este final me va a marcar bastante. me parece bárbaro y necesario dejar atrás etapas y comenzar otras nuevas. aunque no sé si estoy de acuerdo con que todo cambio es para mejor, ahora llena de expectativas indefinidas, de sensaciones, de ilusiones, pensamientos, cálculos, estrategias, planes, incentivos, ganas, miedos, inseguridades, curiosidad, melanco, emociones me encuentro a mí misma, todo así como en ráfagas, más fuertes, más tenúes, a veces me olvido de cómo me siento y a veces lo siento más que nunca. quedan 4 largos meses de contemplación, descanso y planificación que seguramente no sepa invertir bien (según no sé qué parámetros asumidos por mí), pero que van a lograr un efecto reparador de mi cabeza, liberador mejor dicho, donde pueda dedicarme a todas las cosas que no hacemos cuando no tenemos tiempo o cuando lo urgente tapa lo importante. lo palpito, ya, ya, gustito vacacional, aunque mañana rinda mi último examen y si sigo haciéndome la logi y no me pongo a leer cosas tan simples como kant y niesztche (ironía), va a ser mi anteúltimo examen porque voy a fracasar. mentira, en el fondo sé que no voy a fracasar, aunque esa no sea una verdad universal (que se cumple para todos los casos) y necesaria (que no puede ser de otra manera).