hará tres meses mi papá prometió que íbamos a ir a ver a soda mi hermano, él, lau y yo. mis amigos ya habían sacado sus entradas, ya estaban casi agotadas todas las ubicaciones y llegó el día de la compra por ticketek. ahí deciden de repente que no tienen ganas de ir. bronca, bastante bronca. qué se le va a hacer, otra vez será, de todas maneras no había sido mi año con los espectaáulos de convocatoria masiva. ayer estaba estudiando icse en lo de una amiga que vive a cinco cuadras de la cancha de river. en eso me suena el celular, era el marido de mi mamá:
él: hola male. tengo dos entradas para ir a ver a soda hoy, te interesa?
yo (con un ataque de responsabilidad): mmm
amigas: miradas desorbitadas al ver que yo estaba por rechazar el ofrecimiento
él: dónde estás? te las hago alcanzar hasta donde estés
yo (tentada): bueno, dale, estoy acá en barrio river, ¿cuántas tenés?
él: dos, dame la dirección y te las mando
yo (incrédula): bárbarooo.
así fue como en vez de seguir estudiando me fui a ver a soda stereo con maría. sorprendente, inesperado y bastante divertido. nos reímos mucho de una cuarentona con pinta de ir al gym día por medio, mínimo, teñida de rubia, bronceada artificial que bailada de una manera desquiciada, hespástica y muuuy graciosa, de unas minas excitadísimas, del video de capussoto hecho para la ocasión, de cerati que dijo cosas ridículas, cero carisma el chabón pero dejó muy en claro que se re quieren entre ellos, para todos los periodistas que dicen que no (gustavo dixit) y que estaban haciendo el amor arriba del escenario. y lo más importante de todo es que me enamoré definitivamente de charly alberti. ¡qué hombre, dios! sobre el recital no me quiero explayar. me gustó, no hubiese pagado el precio de esa entrada por ir (hubiese sacado las más baratas), tocaron bocha de tiempo y muchos temas, fue divertido, no hubo sorpresas, una iluminación que te dejaba esquizofrénico, unas pantallas recontra potentes, que menos mal porque medir menos de 1,60 nunca ayuda y puestito de patys. en los recitales la cancha parece más grande que en los partidos..
él: hola male. tengo dos entradas para ir a ver a soda hoy, te interesa?
yo (con un ataque de responsabilidad): mmm
amigas: miradas desorbitadas al ver que yo estaba por rechazar el ofrecimiento
él: dónde estás? te las hago alcanzar hasta donde estés
yo (tentada): bueno, dale, estoy acá en barrio river, ¿cuántas tenés?
él: dos, dame la dirección y te las mando
yo (incrédula): bárbarooo.
así fue como en vez de seguir estudiando me fui a ver a soda stereo con maría. sorprendente, inesperado y bastante divertido. nos reímos mucho de una cuarentona con pinta de ir al gym día por medio, mínimo, teñida de rubia, bronceada artificial que bailada de una manera desquiciada, hespástica y muuuy graciosa, de unas minas excitadísimas, del video de capussoto hecho para la ocasión, de cerati que dijo cosas ridículas, cero carisma el chabón pero dejó muy en claro que se re quieren entre ellos, para todos los periodistas que dicen que no (gustavo dixit) y que estaban haciendo el amor arriba del escenario. y lo más importante de todo es que me enamoré definitivamente de charly alberti. ¡qué hombre, dios! sobre el recital no me quiero explayar. me gustó, no hubiese pagado el precio de esa entrada por ir (hubiese sacado las más baratas), tocaron bocha de tiempo y muchos temas, fue divertido, no hubo sorpresas, una iluminación que te dejaba esquizofrénico, unas pantallas recontra potentes, que menos mal porque medir menos de 1,60 nunca ayuda y puestito de patys. en los recitales la cancha parece más grande que en los partidos..
1 comentario:
en los recitales la cancha parece más grande que en los partidos.
el futbol no se compara con la música, qué belleza!
Publicar un comentario