3.11.07
entre otras varias cosas
acabo de descubrir como editar realmente esta paginita y estoy con el cuello duro de estar acá sentada mirando y toqueteando links, botoncitos virtuales, cartelitos de "editar" y sobre todo eligiendo colores, combinaciones y armonía. así que comprobé una vez más mi poca capacidad de seleccionar algo que me convezca del todo y que se pueda llamar armónico, estético o aunque sea copado. estuve así jugando con eso que dice "mezclar colores del blog" y probé y probé hasta que me pudrí y dejé esto. me hace acordar a mi adolescencia (ja! como si no siguiera siendo adolescente a estos cortos diecinueve) en la cual tuve una época de fanática de la combinación verde manzana y fucsia. o sea, alterna total. recuerdo con mucha simpatía y un poco de verguenza que para mi cumpleaños número 15 (no hice nada especial, esta es una historia aparte) quería ponerme una polleta fucsia y una remera verde. estaba en el horno. por suerte no me puse eso, cambié por negro y verde (un strapless con lunares, para seguir en la onda alternita), seguramente porque no encontré lo que buscaba. y también había pintado el borde de las cortinas esas de esterilla, esas que recuerdan a 1) al puerto de frutos o 2) a la playa, uno de verde y uno de fucsia. y por último, para seguir decorando mi cuarto de la época (contaba con acolchado y puf verde manzana, todo sobre un piso bastante rojo) me compré una lámpara de techo con forma de prisma más ancho que alto pintada a mano con líneas y arabescos, por supuesto, verdes y fucsias. ahora no tengo más ese cuarto, estoy en una etapa más madura, viste. más de "no le colgué nada a las paredes desde mi mudanza pero hago de cuenta que no es por paja, que es por decoración minimalista". la cuestión es que seguramente cambie las cosas quinientas veces si sigo con esto de que me copé con el blog. qué raro es leer las cosas que escribí hace como dos años, cuando me estaba por ir por primera vez de vacaciones con mis amigos sola, eso si es bieeen de adolescente (es un bicho difereeente!). voy a quejarme: son las 15 y 5 de la tarde y yo estoy acá meta boludear cuando tendría que estar estudiando como un esclavo estudiantil. igual me merezco un recreíto después de rendir esa materia pedorra llamada sociedad y estado, en ese lugar horrible conocido como ciudad universitaria. qué bueno que fue un examen muy boludo y que tengo un chamullo tremendo (casi para todo). igual, nada va a evitar que duerma una siesta. ¡qué buenas que son las siestas!
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