11.12.07

Dime lo que comes y te diré quién eres

Me resulta aún un misterio qué es lo terrible de abrir una heladera ajena. ¿Por qué, incluso yo que escribo esto, siento pudor y no me animo ("por respeto") a abrir la heladera en casa de otros, previo invitación a hacerlo? Una gran prueba de confianza, el visitante que se atreva a abrir la imantada puerta de la heladera sin permiso del dueño. Es como que cuando te mandás y la abrís de una, sin pensarlo, o tenés la confianza y el tácito visto bueno, o sos un confianzudo de mierda. Hay gente que se altera; hay padres que les dicen a sus adolescentes hijos "no me gusta que tus amigos habran la heladera" o "cuántas licencias se toma fulanito que ya saca cosas de la heladera, eh!". Y esto, ¿por qué? ¿Qué cosas horribles se esconden en la heladera? Probablemente si la vida real fuera un capítulo de csi, un cadáver. ¡Pero no! ¿Nos averguenza nuestra propia comida? ¿la escacez, la abundancia exagerada, la variedad, la calidad de los productos? los hábitos alimenticios de cada familia son particulares, sí, pero ¿muy anormales? En mi casa siempre hay queso (por salut diet, casancrem light, finlandia light, pategrás, son los habituales), huevos, verduras, condimentos, pan lactal, leche, jarra de agua y/o jugo, más las cosas circunstaciales y de turno. Yo creo que es bastante normal, y bastante poco original. ¿Cuál puede ser el problema de que alguien lo descubra? Definitivamente serás depositario de confianza cuando el propietario de la heladera te indique que te sirvas por vos mismo. Pero ¿por qué no se da como un hábito natural, común y corriente? Lo que sé es que a mi no me molesta que miren en el interior de mi heladera, sé que no soy un pedazo de queso.

4 comentarios:

Señorita Cosmo dijo...

No lo había pensado.
A mí no me molesta para nada que me abran la heladera. De hecho, mis amigos son confianza/heladera/adictos; pero cuando yo voy a casas ajenas y me dicen que lo agarre por mi misma, como que aparece el típico... "permiso... abro, ¿no?... eeeh... permiso"... como si fuese a abrirles el placard.
Yo en la mía tengo quesos, Cocas Colas lights, aguas minerales, leche y alguna que otra fruta o verdura con algún pedacito de limón viejo o restos de ensaladas enmohecidas en tappers que no tiro porque cada vez que me acuerdo no es hora de sacar la basura y si hay que esperar a las 17, dan olor. Son los ecosistemas de mi heladera.
Lo que hasta ahora no conseguí, es que me nazcan Sea monekys, pero nunca se sabe.

PerSe dijo...

casi seguro qeu debe venir de alguna costumbre muy antigua donde el anfitrion le sirve al invitado... y no al reves

perez dijo...

Alta reflexología, primita.
A mí me encanta que la gente abra mi heladera, saque una cuchara y meta. Algo siempre hay. A veces hay mucho alcohol o cosas raras del rubro (en la última fiesta, por ejemplo, se acabaron todas las bebidas, pero nadie se le animó a un pisco sauer -seguro que no se escribe así- chileno ya preparado que estaba ahí). Pero justamente, es para convidar, así que pasen, pasen por la heladera de Aguilar.

Si, mi reina dijo...

Permiso para opinar!!
Yo creo que lo malo no es saber que hay dentro de la heladera ,por lo menos lo que a mi me molesta no es que vean lo que hay dentro, sino lo que jode es esa toma de confianza no dada de traspasar los limites de intimidad de una casa. Nose, pero x estos lares, es de mal gusto abrir la heladera ajena....a menos que el anfitrion invite claro!!. Si me encanta que quienes tengo confianza si lo hagan, ahi si no hay problema.
Mi heladera es como yo. Glotona, abarcativa y variada. El alcohol no falta,debe haber tantas botellas de cervezas como huevos vio?. Las frutas tampoco ni el bendito licuado para la merienda. El fiambre para las picadas tampoco.
Saludos,bonito blog