30.3.10
la naturaleza es una perfecta metáfora
me voy dando cuenta muy de a poco cómo funcionan mejor las cosas, qué es esto del sentir, del guiarse por la percepción y las ganas, de apagar la radio cerebral. van sucediendo acontecimientos más ordenados, con un sentido más exacto, limpiando de malezas el sendero. las señales aparecen más claras ahora que las quiero ver. los pantanos también son más visibles, y si bien estoy todavía dentro de algunas arenas movedizas, el suelo se volvió más firme y estoy caminando mejor. cuando algo se sale del plan, por ejemplo una clase que no fue, llega algo sorpresivo para equilibrar el día, una caminata larga y agradable, un libro encontrado justo a tiempo en el último rincón de la librería menos tentadora de almagro. el colectivo siempre llega a horario, porque si se retrasa a mí ya no me importa. canto en voz alta por las calles, y seguro que desafino. voy repitiendo mi monólogo bajito mientras salto las baldosas de dos en dos. manejo mi tiempo sin tanto alboroto, todo es puras ganas de ser. las plazas me llaman a sentarme un rato en algún banco y abrir el libro circunstancial de mi mochila. y los libros me invaden el cuarto, se desparraman como si tuvieran vida, vienen de otras casas y vuelven a sus dueños de la misma manera. llegan inesperados, arriba de un colectivo de manos de un señor que justo los está vendiendo, en un tiempo en que uno se atrevería a decir que nadie querría comprar un libro en un bondi. pero ahí estaba yo, dormida contra la ventanilla hasta que escuché algo que me llamó la atención y dije sí, quiero. el quiero está ganando la guerra del puedo. grandes cambios que sacuden las viejas estructuras a las que tan neciamente me aferraba. nuevos pilares están naciendo, brotando de los recovecos más profundos y yendo hacia la luz. la alegría es la bandera que se iza en mi cara y la que se me escapa por las manos. aprendo cada día, me sorprendo de mí misma y del mundo. escribo y comparto. trabajo. formo lazos, sostengo puentes, me convierto en puente yo misma. y esto me demuestra que uno cosecha lo que siembra. estoy contenta de que mi campo sea tan fértil.
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