25.12.05

Esta gran urbe

Si voy a ser franco, Buenos Aires me gusta. Y no es que la compare con el calabozo. Despues de eso, claro, cualquier cosa esta bien. Sin embargo, creo que me gustaria menos si estuviera de turista. Tiene plazas, oh. Tiene arboles, oh. Tiene grandes tienas, oh. (este oh lo digo en mobre de mi vieja.) La gente anda tal ve demasiado apurada para mi gisto, pero asi y todo me cae simpatica. Tiene posters, oh. Tiene subtes, oh. Tiene muchachas, oh. Nunca vi mujeres tan bien vestidas. Bueno, tampoco habia salido hasta ahora de la tacita de plata. Mire que eran cursis los de antes: tacita de plata! Ahora es una escupidera de lata, pero bah, tampoco hay que andarlo pregonando. Baires tiene colectivos, oh. No tiene playas, ay. Eso si lo lamento. Sin embargo me gusta la ciudad. Lo unico incomodo son los intercambios de disparos, pero cuando suena algun tableteo me meto en una galeria. Aqui siempre hay alguna galeria a mano. Suerte no?. Ayer vi pasar a la presidenta. Iba senta
kaminando69@hotmail.comda muy derechita, como un maniqui. NO se por que, pero siempre que pienso en un maniqui, lo asocio con los cuentos que hace mi viejo acerca de los maniquies de la Casa Spera. Era una sastreria de hombres, alla en Monte, calle Sarandi, al costado de la Catedral. Parece que tenia unos maniquies antiquisimos, y mi viejo dice que aunque ponian caras de jovenes, uno se daba cuenta que eran contemporaneos del presidente Viera, o del negro Gradin, de la llegada del Plus Ultra o de la troupe Oxford primera epoca. MI viejo decia que, ademas, ningun traje les quedaba bien; como si al maniqui gordo le hubieran puesto el saco del maniqui flaco, y viceversa. Bueno, la presidenta parecia un maniqui, pero no de la casa Spera, epa, sino de Christian Dior.

fragmento. primer parrafo numero tres de La vecina orilla de Benedetti, nuevamente. Mas creditos a Sofia.

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