mi viaje diario no tiene nada de mágico ni de misterioso: mi padre me lleva casi todas las mañanas al trabajo porque es de paso a su trabajo y porque es el mejor papá del mundo.
lo único que me molesta (además de que siempre llegamos tarde, pero eso ya me da igual) es que la puerta del garage siempre la tengo que cerrar yo: es como un código ya establecido. y la verdad que no me gusta, me gustaría meterme al auto adentro del garage y no hacer el esfuerzo que implica arrastrar una puerta de muchos kilos de metal y de óxido.
1 comentario:
Malenita, me pregunto qué sentimientos te genera la foto del triciclo lleno de pelotitas que tenés como principal en el blog
jajaja
te quiero!
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