No se trata de ser o no particularmente bello. Es más la imposibilidad de adquisición que tiene la belleza. La natural, claro. Lo bello o bien es etéreo o bien es eterno. Hasta donde yo sé, nosotros, la maldita humanidad, no somos ni lo uno ni lo otro. Nos reproducimos dentro de nuestros estándares de belleza, tan ficticios como verosímiles. Porque los creemos con total ceguera, no los cuestionamos, son inapelables. Así confundimos esa otra cosa con la belleza real. Dejemos de creer que mediante revoluciones tecnológicas del cuerpo podemos inyectar beatitud en nuestras carnes. Sólo logramos extender un poco en el tiempo, unos segundos en la infinitud del tiempo, la juventud, que es quizás lo que más se asemeja a la belleza pura. Pero somos corruptibles, como una roca al aire libre que se erosiona de a poco, mucho más lentamente.
Nada que no hayan dicho ya muchas personas, pero también me surgió un día a mí.
5 comentarios:
el desafio mayor no esta en encontrar la belleza eterea o eterna, sino en buscarla.
Parece facil pero perdemos (al menos yo) esa concepcion de no mirar lo etereo sino eso "otro" que siempre estará
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siempre que hablemos de belleza superficial...
también, podemos inmortalizar la belleza a través de imágenes
slds
pero un peluquín siempre sienta bien
Estás en una edad bella. No encontraba las palabras para decirte lo que me provocan tu mirada que todo lo mira, tu piel nueva, tu lengua chispeante, tus ganas, tus desconciertos. Gracias por el pie que me dio tu post para decirlo.
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