yo creo que la libertad reside en aceptar la naturaleza de cada uno y explotar al máximo ese potencial. no creo en los dones, creo que a todo se llega con esfuerzo (no confundir con forzar, por favor). digamos, puede ser que uno tenga más inclinaciones a ser más un buen pintor que un buen matemático, o mejor gimnasta que filósofo, pero para cualquier cosa que queramos hacer con algo de seriedad (y no por seriedad quiero decir falta de diversión, me parecen ambas cosas indispensables para ser feliz con lo que uno eligió como dedicación) hay que esforzarse, practicar, ensayar y sobre todo equivocarse. cuesta a veces ver el vaso medio lleno. cuando estamos mal no entendemos las razones de quienes nos dicen que todo pasa y que todo es un aprendizaje. si te cagaron, te va a servir para darte cuenta a tiempo la próxima vez (no es un méotdo infalible, ojo, somos seres humanos, caemos sin cesar por culpa de la misma piedra). o si fallaste, para tratar de no fallar de nuevo. cuando uno puede darse lugar a uno mismo, cuando aprendemos a escucharnos con un poco más de atención y dejar de hacer oídos sordos a nuestro interior, escuchando los gritos tan fuertes de todos los demás (no necesarjamente nuestros padres, la sociedad in abstracto se encarga muy bien de esto) que nos dice qué tenemos que hacer, cuál es el camino a seguir, que llama carreras a caminos que deberían ser transitados con toda la tranquilidad y la felicidad del mundo, que nos obligan obstinada y cruelmente a la competencia, al individualismo, a vivir a las apuradas, a no disfrutar de nada, a censurarnos, que en definitiva, nos lleva al fracaso espiritual. cuando somos capaces de prestarnos un poco más de atención a nosotros mismos, de darnos el tiempo de buscar e investigar en cualquier disciplina que nos guste o que nos tiente, es mucho más probable que podamos encontrar un poco de felicidad. como dijo Roberto Arlt: yo no tengo la recete para la felicidad, pero sí sé que siendo sincero con uno mismo es más probable que la encuentres.
gran año de aprender sobre mí misma, y mi filosofía de vida.
5 comentarios:
boluda, fijate que en la universidad se llama "carrera" a la profesión que uno elige. por qué ese nombre? desde el vamos te impulsan a hacer todo a las apuradas y a no disfrutar de lo que uno está haciendo. la puta madre!
pero bueno, por suerte uno encuentra cosas (en ese afán por escucharse a una misma) que lo hacen feliz y lo llenan de alegría. y por suerte vos y yo compartimos una este año, que es teatro. qué lindo!! brindo por ello!
Muchas gracias por tu último comentario. Sin dudas fue uno de los mejores elogios que recibí :)
Y este texto me hace creer que de verdad es el destino el que nos lleva a encontrarnos con determinadas lecturas en determinados momentos. Lo expresaste muy claramente: simplemente tenemos que estar filosos, atentos, para no dejar pasar lo que nos hace felices.
Un beso
A veces es tan difícil hacer oídos sordos a los gritos aleccionadores que te invaden por todos lados.
Coincido completamente, la sinceridad es lo que puede llegar a completarte. La fidelidad a uno mismo en tanto valores, principios y creencias.
Nunca noté esa distinción terminológica que hacés entre carrera y camino. Es interesante para pensarlo.
Un abrazo.
muy cierto el primer coment, se ve que en esa carrera voy ultimo lejos!
malena volvé de cuba!!!!!!!
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