12.2.09

ludoamiguismo

pasamos un fin de semana espléndido con la tute y la maría en el campo. un campo donde hay un playroom. un playroom donde hay un metegol, un ping pong y un pool. ¡fantástico! nos convertimos en pibitos y nos la pasamos jugando (además de cabalgando por la pradera y pileteando y morfando y viendo okupas).
porque es así: de repente entendés un poco más a los hombres cuando te agarra esa posesión por jugar, esas ganas irreprimibles de jugar sin parar, la competencia intrínseca, lo feo de las derrotas y lo genial de ganar. es por eso que a mí me gusta el fútbol entre amigos. me encanta ir a ver a los pibes jugar entre ellos porque se están diviertiendo y lo están recontra sintiendo. son geniales los hombres. sin que esto se convierta en un debate sexista y aclarando que me encanta ser mujer (ayer me hice las manos por segunda vez en la vida), comprendí también otra cosa el fin de semana: que es muy fácil llegar a obsesionarse con los juegos. por ejemplo: de los tres, el ping pong es el que más me gusta y además me creo capa jugando. entonces todo el tiempo quería jugar, no hubiese parado de no ser porque a maría le gustaba más el pool. entonces vi más claramente como la gente llega a ser ludópata posta. igual no me caben nada las apuestas, que es lo grave de los ludópatas...
y reafirmé una tercera cosa que ya venía sabiendo y es que mis amigos son lo máximo. es tan bueno lo que se siente cada vez que lo pienso que me hace felichi.

2.2.09

carnaval

me siento de carnaval. es una sensación que apareció antes de ayer, cuando marti se ganó el apodo de marti carnaval por su actitud fiestera levanta noches de la cual nos contagió. también nos contagió de femeneidad y todas tenemos las uñas pintadas preferentemente de fucsia. volví de mis largas vacaciones y me encontré sola en buenos aires, viviendo en mi casa pero sola, sin padres ni siquiera cerca, tan solo amigos todo el día. mi casa tiene las puertas muy abiertas, y casi diría que varios juegos de llaves. cata me dijo que era buena anfitriona. yo me di cuenta que me encanta tener gente en mi hogar, porque eso es lo que convierte a mi casa en mi hogar. mis amigas son lo mejor que me pasó. ahora se fueron de vacaciones ellas y a mi me gustaría estar allá. en cambio estoy en la oficina del centro trabajando, o escribiendo en el blog, o memorizando el guión de la obra. o planeando, llenándome de actividades divertidas, metiéndome un poco más en la vida que me voy tejiendo. estoy recargada de energías, estoy de carnaval.